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El jueves 2 de diciembre se realizará la elección de los delegados sindicales representantes del cuerpo de profesores de religión, después de la correspondiente campaña electoral y la presentación de candidaturas. A este respecto, la Delegación Diocesana de Enseñanza os ofrece una reflexión eclesial, con la finalidad de contribuir a una mirada y valoración de este acontecimiento a la luz de nuestra fe cristiana y del discernimiento moral consecuente con nuestra singular vocación y misión educativa, justamente por ser católicos y docentes de la ERE.
1. Conviene subrayar que, como todo ejercicio de derechos y deberes sociales y profesionales, la votación en las elecciones sindicales tiene una dimensión religiosa, pues también en este campo socio-laboral expresamos la fidelidad a la voluntad del Señor, para cooperar aquí y ahora a la construcción del Reino de Dios, en el seguimiento del Evangelio de Jesús y la vivencia de la comunión eclesial. Y tiene una dimensión moral, ya que en esta acción cívica definimos nuestra opción por valores éticos primordiales, poniendo en práctica nuestra responsabilidad y solidaridad, por el bien común de la sociedad y de la Iglesia. Se invita, pues, a la participación de todo el profesorado en la elección de los compañeros que, a través de diversas organizaciones socio-laborales, van a representar a todo el profesorado de ERE.
2. En este sentido, es necesario conocer y valorar los programas y planteamientos de las organizaciones sindicales vinculadas a este profesorado: ver bien qué principios, objetivos y líneas de actuación plantean de cara a la educación, la escuela, la promoción socio-laboral y jurídica del profesorado, la tutela del área de la ERE, etc. Sin duda, en cada sindicato hay objetivos y metas positivos y loables, que merecen apoyo; pero también aparecen opciones discutibles o menos aceptables, o incompatibles con la enseñanza social de la Iglesia; por ejemplo, cuando se niega el derecho de la Escuela de Iniciativa Social a los conciertos escolares, o se excluye que la Iglesia, responsable de la propuesta para ser profesor de religión católica, participe como Institución de Derecho Público en convenios institucionales con la Administración acerca del área de religión y el profesorado de ERE católica.
3. También resulta imprescindible analizar y valorar con lucidez, en sus aspectos éticos y prácticos, la trayectoria real de actuación seguida por cada sindicato y por los delegados sindicales: sus iniciativas, acciones y decisiones, con sus efectos y consecuencias, positivos o negativos, tanto para el profesorado de ERE como para el área de religión en los Centros de Titularidad Pública
4. Se trata, en suma, de reflexionar y discernir en conciencia, haciendo un juicio valorativo, con libertad y veracidad personal, acerca de las propuestas y actuaciones de las diversas organizaciones o asociaciones profesionales y de los representantes sindicales. Y decidir a quién se da apoyo, con coherencia moral y autenticidad cristiana, sintiendo y ejerciendo la responsabilidad y la solidaridad con el cuerpo de compañeros profesores; y dando siempre la debida primacía al bien común, a lo justo, bueno y constructivo para la comunidad educativa y social, y para todo el profesorado y el área de ERE, por encima del bien e interés particular, como nos enseña y pide la doctrina de la Iglesia.
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